Emociones a flor de piel, una oportunidad para darles nombre

Seguro te diste cuenta de que en la infancia las emociones se manifiestan sin filtro, prácticamente responden a lo que el cuerpo pide y esto puede ser muy confuso para ti porque no tienes claridad de lo que tu niña o niño están experimentando, ni cómo responder ante ello.

Pero ¿qué crees?, esta ausencia de barreras es en realidad una oportunidad para que consigas que aprenda a identificar y diferenciar sus emociones, así­ como las de los demás para desarrollar su inteligencia emocional.

Un regalo especial para acompañarle en este camino es que entre ustedes se genere un ví­nculo de confianza. Se conocerán mejor que nadie y aunque las emociones son muy individuales, prácticamente hablarán el mismo idioma sobre ellas.

Manos a la obra y al corazón

*Actividades para niños a partir de 3 años.

Señora Mil Caras

Desarrolla su empatí­a armando un rostro en blanco con distintas formas de ojos, bocas, cejas y narices. Úsenlo para representar diferentes emociones mientras las nombras. Si ya habla más puede explicar el gesto que formó y si tiene más de 6 años, ambos den ejemplos de situaciones donde se siente así­. 

También pueden usarlo como una manera de monitorear las emociones que experimentan con una historia, mientras ven una pelí­cula o leen un libro.

Diccionario de emociones

Aprovecha el asombro que le provocan las palabras (entre 3 y 5 años) o su capacidad para escribir (6 en adelante) para hacer un glosario, háganlo como un proyecto a largo plazo.

Conforme vayan experimentando y descubriendo una nueva emoción agréguenla al Diccionario de emociones. Adáptalo a sus capacidades con diferentes técnicas para definir la emoción, por ejemplo, usar emojis y colorearlo o rellenarlo con diferentes materiales, dibujos libres, recortes, pinturas, textos, cuentos cortos, hasta crear una Emopedia con las emociones de su desarrollo.

Conforme tenga mayor dominio del lenguaje podrán inventar palabras compuestas para definir lo que sienten, pues somos capaces de sentir emociones infinitas siempre y cuando podamos nombrarlas.