Para muchas familias que viven en espacios urbanos, es muy común pensar que la horticultura se encuentra en el campo, en grandes parcelas lejos de la ciudad. Se sabe que de ahí­ llegan las frutas y verduras de los mercados o supermercados, pero se desconocen los cuidados que recibieron esos alimentos o si los procesos de producción han sido amigables con el ambiente. 

Algo similar, pero a la inversa ocurre con la idea de tecnologí­a, la cual se asocia con máquinas y dispositivos, pero sobre todo en las grandes ciudades, lejos del campo o incluso se puede llegar a considerar una enemiga de la naturaleza.

Sin embargo, en los últimos años ha aumentado los cultivos en azoteas, balcones e incluso camellones, dentro de la ciudad y del mismo modo la tecnologí­a está cobrando relevancia en estas actividades, no solo en los huertos urbanos, sino también en las grandes parcelas. 

Pero ¿cómo contribuyen todo esto para frenar los problemas ambientales? Y sobre todo ¿qué podemos hacer desde nuestras casas? Todo se reduce a la sostenibilidad, la cual implica ser estratégicos de un modo inteligente, tanto en los procesos de cultivo, como en nuestro dí­a a dí­a y en este sentido la tecnologí­a puede ser una gran aliada. 

Sostenibilidad en el hogar.

La sostenibilidad se centra en la capacidad de hacer uso de los recursos naturales para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer su disponibilidad para las generaciones futuras, o sea usar los recursos para tu vida, cuidando que sigan existiendo para tus hijos, nietos, bisnietos, etc. 

Así­ como nuestras actividades pueden afectar de manera negativa al medio ambiente, también podemos realizar acciones que frenen o disminuyan los efectos del cambio climático y que además nos beneficien de manera directa. 

Existen muchas y diversas acciones de sostenibilidad, una de ellas puede ser a través de tu consumo de alimentos, los pequeños cultivos en una azotea o en balcón tienen un gran impacto porque”

1. El agua que retienen las plantas y la tierra de cultivo, mantienen la humedad del clima, reduciendo los cambios de temperatura y las islas de calor. 
2. El proceso de fotosí­ntesis de un huerto libera oxí­geno y mejora la calidad del aire ¿Sabí­as que un huerto de la mitad de tamaño de tu cama puede absorber algunos gases tóxicos como el CO2? 
3. El agua de lluvia que retienen los cultivos reduce las inundaciones. 
4. Cultivar en casa es una estrategia para responder a la demanda alimentaria y mejorar la economí­a familiar. 
5. Un huerto es un pequeño ecosistema, en ellos habitan y transitan animales locales, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad. 

Si ya te convenciste de tener tu propio huerto y no sabes cómo, sigue las cápsulas y tutoriales que compartimos como la de Huerto cuadrado, que te muestra que no necesitas de mucho espacio para cultivar. 

Otra gran ventaja que te ofrece un huerto es que tienes tu propio sello de calidad, es decir que te garantizas que el agua, la tierra y los cuidados que recibieron tus alimentos fueron en tu propia medida los mejores y la tecnologí­a puede ayudarte a llevar un mejor control sobre esto a través de aplicaciones que permiten llevar bitácoras de riego como es el caso de Vera, la app gratuita que te ofrece un sistema de seguimiento fácil y dinámico para cuidar tus hortalizas. 

Sostenibilidad en el campo

Algo similar está ocurriendo a una escala mayor y hoy en dí­a se están incorporando en los grandes cultivos, aplicaciones tecnológicas que permiten a los agricultores llevar un registro de siembra. Este es un gran avance, por ejemplo, para evitar la erosión del suelo de modo que la producción de alimentos no comprometa este valioso recurso, pero de manera adicional esta información es registrada y unificada con la de más agricultores para crear parámetros entre el consumo de recursos y la calidad de producción de modo que exista un equilibrio compartido entre productores a nivel global. 

Se trata de usar la tecnologí­a con inteligencia en un sentido amplio, de modo que sí­, ayude a cultivar de modo más sencillo, pero también que permita cuidar mejor a la naturaleza.